sábado, 28 de febrero de 2009

Ciegos

Ya se había percatado de que ese día en la gente había algo extraño. Intentó analizar los ojos que se le cruzaban con la esperanza de encontrar una señal delatadora de aquella desconocida tranquilidad, pero las cruces de ceniza negra que pintaban la frente de los transeúntes lo distraían inevitablemente. Todos llevaban una. Derretida por el sol, chueca, sudorosa, como una mancha.

No supo porqué, pero en ese momento se acordó que, justo en esa semana, habían asesinado a un sacerdote y que un famoso periodista había muerto. En las noticias se hablaba de asfixia mecánica y de cáncer en el estomago.

La muerte siempre lo había intrigado, y más desde que a alguien, en su ciudad, se le ocurrió hacer cuentas y convertirla en cifras. Cifras de muerte que se disparan año tras año, rezaban las noticias. Ese juego de palabras solo puede resultar divertido y curioso en un lugar como Medellín. La muerte siempre había estado allí,en su ciudad, mirándolo, sonriéndole...

Volvió a mirarlos...tranquilos...caminando....a su alrededor se daban bendiciones...miraban al cielo. A lo mejor sospechaban que pronto les llegaría la hora. A ellos como a todos seguro les llegará. Volvió a interesarse en los ojos que se le cruzaban, esos que antes resplandecían con la luz del sol, pero que ahora estaban negros como el carbón de aquella cruz en la frente. Demasiado oscuros, demasiado ciegos, Pensó.

1 comentario:

Nani dijo...

Superaste todas mis expectativas!!!! :P